MENOS GATOS Y MÁS NIETOS.

MENOS GATOS Y MÁS NIETOS.

Menos gatos y más nietos.

En Extremadura nacen la mitad de niños que en 1975.

En esto de los índices de natalidad no somos los últimos de la fila. En 2017, en Extremadura nacieron casi 8 niños por cada 1.000 habitantes. Estamos por encima del distrito europeo con menos bebés: Euritania, en Grecia (5,1). La siguiente en la lista es la provincia de Zamora, donde nacieron 5,2 niños por mil habitantes.

Podríamos consolarnos pensando que en esto del índice de natalidad no ocupamos el farolillo rojo, sino que somos los séptimos por la cola. Pero el problema es que en 1975 nacían en Extremadura casi el doble de niños por cada mil habitantes (14,47). Lo grave no es ser últimos ni primeros, lo grave es que formamos parte de la Europa que se despuebla inexorablemente y que, desde 1975, va descendiendo en Extremadura el número de nacimientos por mil habitantes: 14,47 en 1975; 13,25 en 1985; 10,18 en 1995; 9,32 en 2005; 8,18 en 2015 y 7,92 en 2017.

Una grave equivocación es pensar que si nacen memos niños, habrá más empleos. Todo lo contrario: sin jóvenes, no hay inversiones ni crecimiento aunque se mejore la productividad, como se está viendo en Corea del Sur y otros países del entorno, cuya competitividad es fabulosa, pero empiezan a desesperarse porque no nacen niños y no tienen suficiente gente joven.

Manuel Blanco señala una cuestión preocupante: hoy a cada español le toca una deuda pública de 54.500 euros que deberá amortizar a lo largo de su vida. Si nacen pocos niños, la carga será más pesada, los jóvenes pagarán el doble, recibirán la mitad para que España amortice la deuda y no les quedará más remedio que irse. En fin, yo no digo nada, pero necesitamos menos gatos y más nietos.