LA EXPOSICIÓN PRENATAL A LA CONTAMINACIÓN SE ASOCIA CON MODIFICACIONES EN EL CUERPO CALLOSO INFANTIL.

LA EXPOSICIÓN PRENATAL A LA CONTAMINACIÓN SE ASOCIA CON MODIFICACIONES EN EL CUERPO CALLOSO INFANTIL.

LA EXPOSICIÓN PRENATAL A LA CONTAMINACIÓN SE ASOCIA CON MODIFICACIONES EN EL CUERPO CALLOSO INFANTIL.

La exposición prenatal a la contaminación atmosférica, incluso a niveles aceptados por la UE, se asocia con cambios en el cerebro infantil, concretamente en el cuerpo calloso, que se asocian con el desarrollo de trastornos del comportamiento, como el TDAH y el TEA.

06-11-2019

Una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, revela un vínculo entre la contaminación atmosférica y modificaciones en el cuerpo calloso, una zona del cerebro cuya alteración se relaciona con trastornos del neurodesarrollo como el de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el del Espectro Autista (TEA).

El estudio se ha publicado en el marco del proyecto Breathe, cuyos hallazgos previos ya apuntaban a la existencia de efectos perjudiciales de la contaminación del aire sobre las funciones cognitivas de los niños en edad escolar y también a cambios funcionales en este órgano. En esta ocasión, los investigadores examinaron la relación entre la exposición prenatal a las partículas finas (PM2,5), presentes en aires urbanos, y el tamaño del cuerpo calloso en la infancia.

Para ello, contaron con la participación de 186 niños pertenecientes a cuarenta escuelas de Barcelona. La cantidad de partículas PM2,5 a la que se exponía cada madre y su hijo se calculó gracias a datos del proyecto Escape (European Study of Cohorts for Air Pollution Effects) y al historial de residencia de cada menor.

Por otro lado, la información sobre la anatomía cerebral de los niños se obtuvo a través de resonancias magnéticas y los datos sobre su comportamiento se extrajeron de cuestionarios rellenados por sus progenitores, así como por el profesorado.

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