Muchas madres se han infectado o han muerto como resultado del COVID-19.

La OMS estima que entre 80000 y 180000 trabajadores de la salud y el personal sanitario (incluidas las matronas) podrían haber muerto a causa del COVID-19 en el período comprendido entre enero de 2020 y mayo de 2021 y las cifras seguirán aumentando si las matronas y todos los proveedores de atención de la salud no logran el estado de vacunación completa. El estado mundial de la partería (SoWMy) 2021 identificó un déficit global proyectado de 900.000 comadronas para 2030, con una escasez de moderada a grave en países de ingresos bajos y medios. La pandemia COVID-19 exacerbó este déficit, forzando el cierre de los centros de educación de partería, agravando las cargas de trabajo ya inmanejables y exponiendo la voluntad de los gobiernos de despriorizar y retirar fondos a esta fuerza laboral mayoritariamente femenina…