EL MATERNO DE BADAJOZ INCORPORARÁ UN NUEVO ANÁLISIS PARA EVITAR LAS AMNIOCENTESIS.

EL MATERNO DE BADAJOZ INCORPORARÁ UN NUEVO ANÁLISIS PARA EVITAR LAS AMNIOCENTESIS.

EL MATERNO DE BADAJOZ INCORPORARÁ UN NUEVO ANÁLISIS PARA EVITAR LAS AMNIOCENTESIS.

El test prenatal no invasivo para detectar anomalías entrará en la cartera de servicios a las embarazadas a partir de abril.

06-01-2020

La técnica que se quiere implantar tiene una tasa de falsos positivos de solo un 0,1%.

Las mujeres embarazadas conviven durante la gestación con los temores por el desarrollo del feto. La amniocentesis o la biopsia corial aporta resultados fiables cuando se presentan sospechas de anomalías genéticas. Pero ambas alternativas generan recelo por tratarse de prácticas invasivas. En el primer caso se extrae una muestra del líquido amniótico en el que se desarrolla el bebé con una punción en la pared del útero, y en el segundo la incisión se localiza en la placenta.

El SES anunció hace meses la licitación para incorporar un test de menor riesgo como ya tienen algunos seguros privados y sistemas públicos de salud de otras comunidades autónomas.

El proyecto de contratación para aplicarlo, explican ahora, está en la última fase y la previsión es que se adjudique en abril. A partir de entonces, el Materno de Badajoz y el resto de hospitales con unidades de seguimiento a las embarazadas incorporarán lo que en términos científicos se llama test prenatal no invasivo (TPNI).

En términos técnicos se trata de un cribado capaz de detectar en el feto alteraciones en los cromosomas, como por ejemplo el síndrome de Down.

Se ofertará a las embarazadas que lo precisen a partir de la décima semana de gestación. No implica riesgos porque los resultados se consiguen a partir de un simple análisis de sangre materna. Se elimina así el componente de riesgo para el bebé de las técnicas más invasivas.

La detección prenatal de anomalías genéticas, explican desde el SES, es uno de los retos de la medicina fetal actual y desde la dirección de atención especializada propusieron incorporar el test no invasivo, que presenta una tasa de detección superior al 99%.

El aumento de la edad de las gestantes implica igualmente que cada vez más mujeres tengan que hacer frente a la decisión de someterse a pruebas invasivas, por eso creen necesario dotarse de alternativas menos traumáticas para evaluar el desarrollo del feto.

En el SES, a las embarazadas se les hace un cribado combinado durante el primer trimestre, un prueba consolidada en la mayoría de las comunidades autónomas y que se ha ido perfeccionando para mejorar la detección de anomalías.

La incertidumbre asalta cuando en este estudio previo los especialistas, teniendo en cuenta la edad de la madre, la ecografía del feto y las muestras de sangre, comprueban que están ante un caso de alto riesgo de determinadas cromosomopatías.

El punto débil es que presenta un porcentaje de falsos positivo del 5%, lo que obliga a acudir a la amniocentesis en más casos de los realmente necesarios.

A partir de abril, antes de la amniocentesis se someterán al no invasivo, que arroja una tasa de falsos positivos del 0,1%. Filtra aún más las posibilidades de riesgo y ahorrará someterse a la temida punción a mujeres que antes no tenían forma de despejar dudas si no era pasando por la extracción de material genético del bebé.

Con la incorporación a la cartera de servicios del SES se corrige una desigualdad que se estaba dando en la región entre las embarazadas con mayor poder adquisitivo que se podían permitir acudir a una clínica privada y hacerse allí la prueba…

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